Espacios
- cufaneo
- 6 nov 2014
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Es el vacio, el terror corporizado en la nada, aunque sea un contrasentido. Ahí estaban, seguimos esperando que aparezcan, saber qué paso. Para, al menos, saber cómo fueron esos últimos momentos. En la oscuridad, en el frio, en un pozo, o volando al destino final.
Quisieron que pensáramos que era lo mejor, que era la única salida, que tod@s estábamos de acuerdo con el exterminio, con el terror. Que nos gustaba vivir con el miedo hasta la medula. Pero en silencio algunos, y en el grito y el reclamos de otras, la resistencia aguardó el momento justo.
Pero mientras algunos aguantaban los trapos y sobrevivían, en otro lado, entre otras paredes otros negociaban sus ideas. Cuántos pasaron por la ventanilla donde se empeña la integridad, eso que no se recupera.
Mientras tanto, años después, muchos, el grito sigue exigiendo Justicia. Algunos por ideología, otros por las cifras de varios ceros, se convirtieron en ellos.
El Desafío (por Eduardo Galeano)
No lograron convertirnos en ellos -me escribió el Caho El Kandri.
Corrían ya los últimos tiempos de las dictaduras militares en Argentina y Uruguay. Habíamos comido miedo al desayuno, miedo al almuerzo y a la cena, miedo; pero no habían logrado convertirnos en ellos.