La necesaria deconstrucción de la política
- Facu Acuña
- 14 jun 2018
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Aún con las ojeras húmedas y las palpitaciones a flor de piel, es necesario tomar algunos apuntes en caliente de una noche histórica para nuestra democracia.
El proyecto que busca legalizar la interrupción voluntaria del embarazo logró media sanción en la Cámara de Diputados. Los votos para ese logro importante para las mujeres se alcanzaron con un apoyo transversal a todas las fuerzas políticas. Los apoyos y las resistencias se hicieron sentir casi por igual en los partidos políticos tradicionales, salvo en el Frente de Izquierda (FIT) que apoyó desde todo el bloque.

La “multipartidaria de mujeres llegó para quedarse en la política argentina”, soltó la diputada del PRO Silvia Lospennato en una de las exposiciones últimas y más conmovedoras de una sesión maratónica.
La agenda por los derechos de las mujeres no encuentra hoy una fuerza política en particular que se identifique con todas esas demandas. Los avances logrados en este sentido fueron conquistas que se lograron desde distintos espacios partidarios. La misma diputada oficialista remarcó: “Unidas en nuestra diferencia, pero siempre a favor de las mujeres”.
Los partidos políticos tradicionales mostraron en este debate legisladores y legisladoras que siguen negando reivindicaciones de la agenda feminista, como así también quienes se esfuerzan para correr los límites de las propias estructuras partidarias.
Pero lo que sí afloró en el debate que tuvo en vilo a gran parte de la sociedad, más allá de la postura frente al aborto, es la necesaria deconstrucción de los partidos políticos. La marea de reclamos del movimiento feminista excede a las fuerzas políticas tradicionales y sin dudas llegó para quedarse en el escenario, más allá de lo que suceda en el Senado con el aborto.
La agenda feminista ganó terreno en los últimos años de la democracia y promete continuar en el mismo sentido. Si las practicas partidarias niegan los reclamos y no comienzan a ejercer dinámicas con igualdad de oportunidades para todas las identidades sexuales estarán en problemas en un futuro cercano. Basta con mirar los jefes de bloques en el debate que acaba de concluir, varios se expresaron en contra del proyecto.
Lo que suceda con el aborto en el Senado será una historia aparte, pero el movimiento de mujeres llegó para quedarse. La clase política, en forma individual y colectiva, deberá encarar una necesaria deconstrucción.